Con más de 2000 años de historia, Braga es la ciudad portuguesa más antigua y una de las ciudades cristianas más antiguas del mundo.
Fundada por los romanos en el año 16 a. C. y denominada "Bracara Augusta" en honor del emperador César Augusto. Fue capital de Galicia, de donde irradiaban 5 Vias Romanas, con un vasto territorio que desde el norte del Duero hasta el Cantábrico. Después de conquistas y reconquistas de varios pueblos, el rey de León, don Alfonso IV, la donó como dote a su hija D. Teresa, en el momento de su matrimonio con el Conde D. Henrique de Borgoña.
La larga historia de Braga es visible en sus monumentos e iglesias, siendo la Catedral más imponente, y que exhibe varios estilos, desde el romano al barroco, orgullándose también de las espléndidas casas, particularmente del siglo XVIII.
La ciudad joven, cosmopolita y multicolor, Braga exhibe con confianza un amplio abanico de escenarios de éxito y prosperidad, extendiendo sus brazos tutelares y emprendedores a áreas tan vitales como la cultura, el comercio, la industria y los servicios.
Quien nos visita tiene la posibilidad de hacer un recorrido civilizacional documentado, desde la Prehistoria hasta nuestros días, y vivir la auténtica cultura del Minho, grabada en el vasto patrimonio, en los grupos etnográficos y en la artesanía, en las fiestas, ferias y romerías, así como en una gastronomía rica y variada.
Semana Santa de Braga es uno de los mejores ejemplos de un gran turismo y el programa cultural, que seduce y atrae a los visitantes a la ciudad de Braga, conocida por diversos epípetos meritorios, como "la ciudad de los arzobispos" y "Roma de Portugal", y donde el sonido perenne de las campanas de sus innumerables iglesias y capillas resuena en el corazón de quien nos visita y provoca un sentimiento nostálgico de nostalgia y voluntad de regresar.